6.10.07

KUT-EL-AMARA ( II ). RUPTURA EN KOPRUKOY

FOTO. TROPAS INGLESAS ESCOLTAN A PRISIONEROS DURANTE LA LUCHA POR IRAK
A poco de iniciado el asedio, el 9 de diciembre, Townshend desestimó una demanda de los turcos invitándole a capitular puesto que había recibido esperanzadoras noticias: desde Basora se preparaba la salida de una fuerza de socorro. Con algo de retraso, esta columna ( denominada Cuerpo del Tigris ) partió el 4 de enero de 1916 al mando de Fenton Aymler. Compuesta por 19.000 hombres, pertenecientes a la 7ª división angloindia (  Meerut ) del general Younghusband con la adición de tres brigadas, se enfrentó pocos días más tarde en Sheik Saad a los 30.000 turcos encargados de detenerla, con cierto éxito puesto que logró abrirse paso. No obstante a mediados de mes se supo que la situación en el interior de Kut se estaba deteriorando y que solo quedaban víveres para algunas semanas. El 21 de enero Aymler se vio frenado en Hanna y tuvo que detenerse aguardando refuerzos y esperando la disminución del caudal crecido del río Tigris hasta el 7 de marzo, lo cual disminuyo drásticamente la esperanza de apoyar a los asediados a tiempo. Con todo, el 6 de abril la fuerza de Aymler estaba a solo 24 kilómetros al este Kut, en Sannaiyat donde trabó una cruento lucha con el enemigo: sus hombres solo lograron avanzar unos cientos de metros antes de ser frenados, y eso a costa de padecer graves pérdidas. 

MAPA. LA BAJA MESOPOTAMIA ( SUR DE IRAK ) CON LOS PRINCIPALES PUNTOS DE LUCHA EN TORNO A KUT.

Ante el penosísimo panorama en Kut-el-Amara, donde se había declarado el hambre, los ingleses intentaron un inédito experimento en la historia: organizar un puente aéreo en que algunos aeroplanos arrojarían fardos de suministros. Pero esta ingeniosa medida fue insuficiente debido a la limitada capacidad de carga de los aparatos de la época y a la cantidad reducida de aviones disponibles para los ingleses en Irak. Townshend, acorralado, solicitó una autorización para negociar la rendición el 23 de abril. Menos de una semana después, el 29 de abril de 1916 finalmente los 13.000 angloindios supervivientes se entregaron a los turcos. Estos permitieron la liberación o intercambio de 2.500 heridos y enfermos graves, pero mas de 4.000 de los prisioneros morirían debido a las penosas condiciones de su cautiverio. El capitán ingles E. Moulsey, que era transportado en una barcaza contempló las difíciles circunstancias de los cautivos que eran conducidos a pie hacía Bagdad desde el 6 de mayo: " Los ojos de nuestros hombres observaban desde unos rostros pálidos, alargados por el sufrimiento de una muerte demasiado lenta, y extendían las manos en dirección a nuestra barca. A medida que arrastraban un pie tras otro, algunos caían y los guardias les pegaban con porras y palos(...) morían con un líquido verde que les salía de entre los labios, con la boca bien abierta por donde entraban y salían las moscas ". Por otro lado, una expedición rusa que se desplazaba atravesando Persia hacía Mesopotamia también llegó demasiado tarde para auxiliar a Kut, y luego de librar algunas escaramuzas infructuosas con los turcos en Khanikin, desandaron su camino. Fue el punto más meridional al que llegarían nunca los contingentes zaristas.

Documento de apoyo: las dificultades de comunicación de Turquía con su frentes y con Alemania y Austria 


Mientras tanto continuaba la disputa entre rusos y turcos en Armenia. En vista de la desfavorable evolución para las armas del zar en otros frentes y el inminente reforzamiento turco una vez fracasada la amenaza de los Aliados en Gallipoli, amén del desplome serbio que despejaba el corredor balcánico permitiendo las comunicaciones entre los Imperios Centrales y Turquía, el general Iudenitch optó por adelantarse y pasar atrevidamente al ataque en Armenia, durante la conmemoración de la Navidad ortodoxa ( 7-14 de enero de 1916 ). El III ejército turco había fortificado unas posiciones, la denominada línea Koprukoy, que se extendía 120 kilómetros cubriendo Erzurum, la capital regional. Al norte, próxima al mar Negro, se apoyaba en los Alpes Pónticos ( de hasta 3.000 metros de altitud ), y al sur en el Bingol Dag, un macizo de similares características abruptas.


Un amplio movimiento de flanqueo era desaconsejable durante el riguroso invierno anatólico, e Iudenich se decidió por un ataque frontal pero contando con la sorpresa. El secreto era esencial para la consecución del asalto: no se informó a ningún oficial por debajo del rango de comandante de división y se dispusieron sistemas de cuidadoso enmascaramiento( "Maskirovka" ) : esparciendo el rumor de que se emprendería una ofensiva masiva en Persia, lo cual era solo parcialmente cierto ( el contingente de Molotsov reunido por orden del Gran Duque daba a esta afirmación apariencia de verdad ), trasladando trenes militares en esa dirección haciéndolos retornar por la noche. Los permisos y disposiciones de Navidad se mantuvieron como si nada sucediese. Todos los despliegues próximos al frente se efectuaron al amparo de la oscuridad. Hasta la conocida proclividad de Iudenich por mantener el correcto equipamiento de sus hombres sirvió para disimular las voluminosas entregas de material para afrontar el invierno en la oculta campaña. FOTO. EL GENERAL IUDENICH, SENTADO EN UNA SALA DE MAPAS; POCO PODIA IMAGINAR QUE TRES AÑOS DESPUES CONDUCIRIA EN SU PATRIA UN EJERCITO BLANCO CONTRA PETROGRADO (SAN PETERSBURGO), DOMINADA POR LOS COMUNISTAS.


El Gran Duque Nicolás vacilaba en autorizar la marcha, probablemente recordando el fracaso de su antagonista Enver Pasha en Sarikamish el invierno anterior, en circunstancias parecidas. Pero la exigencia de la Stavka de trasladar unidades ociosas desde el Cáucaso a Galitzia terminaron por decidir al Gran Duque a dar vía libre a Iudenich. El día 9 de enero de 1916 se impartieron órdenes para que el II cuerpo del Turquestán atacara a la mañana siguiente, y el cuerpo Caucasiano el 12 de enero. Ambos movimientos constituirían meros actos de distracción, destinados a desorientar las reservas turcas. El quinto día sería el gran momento, cuando la 4ª división de fusileros Caucásianos encabezara la esperada ruptura.
La coyuntura era propicia, porque los turcos no se habían apercibido de las intenciones de sus enemigos y todavía no habían llegado las unidades transferidas desde Gallipoli. El listado de las fuerzas que guarnecían la línea Koprukoy ascendía a unos 75.000 hombres con 120 cañones, organizados al norte con el X cuerpo con 3 divisiones , el XI cuerpo con ocho divisiones en el centro, y 12 batallones de gendarmes y la 2ª división de caballería en Bingol Dag. Mas allá de la Koprukoy propiamente dicha, velando en Mus ( al oeste del lago Van ) se contaban la 37ª división y varios miles de irregulares kurdos de caballería. La 17ª división componía la reserva.

Lo escarpado del territorio impedía erigir una línea continua. Se había fortificado las cumbres de las colinas, resguardándolas con alambre de espino y perforando la roca con dinamita se crearon recovecos para disponer los puestos de ametralladoras y artillería cubriendo las rutas de aproximación.

El primer ataque de Iudenich se desencadenó según lo previsto el 10 de enero sin lograr comprometer las reservas turcas; en cambio, el segundo ataque el 13 de enero aunque a costa de elevadas pérdidas, sí las distrajo. Ahora maduraron los planes de Iudenitch cuando a plena luz la 4ª división de fusileros Caucásicos apoyada por 34 cañones descargó el gran golpe y perforó las defensas enemigas. Al día siguiente unidades de la infantería rusa atravesaron la segunda línea otomana. A pesar de que la resistencia fue leve, los miembros de la 4ª división padecieron lo suyo al transitar por los senderos, con nieve hasta la cintura. La retirada parcial de los turcos empeoró su situación, al agrandar la grieta entre el vapuleado X cuerpo y las tropas turcas que guarnecían Bingol Dag. Finalmente en la noche del 16 al 17 de enero el mando turco cedió y ordenó la retirada general a Erzurum, abandonando las rotas defensas de Koprukoy. A pesar de ser efectuada con orden, el XI cuerpo no pudo evitar perder el 70% de sus efectivos y 30 cañones. Unos 40.000 soldados se refugiaron en Erzurum, pero las penalidades pasadas habían dejado su huella debilitándolos.

Las pérdidas rusas ascendían a 11.000 hombres de los cuales 2.500 lo eran por congelación. Inflamado por el triunfo, Iudenich propuso al Gran Duque apoderarse de Erzurum. Nuevamente, el Gran Duque vaciló ( y de nuevo Alexeyev, desde el Cuartel General lo desaprobó ) pero terminó cediendo el 23 de enero a los ruegos de su subordinado. Tampoco está vez podría contarse con refuerzos, excepto los consabidos reservistas locales.