1.8.15

LA DISPUTA POR EL VALLE DEL JORDÁN Y EL EJE FERROVIARIO DAMASCO-MAAN

 A  finales de 1917 se extendió la actividad de los rebeldes árabes hacia el sur de Palestina. Jafar al Askari fue el encargado de las operaciones. Aparte de las milicias árabes, los Aliados habían puesto a su disposición algunos medios actualizados, como una brigada de vehículos blindados, una escuadrilla de aviación y una batería de cañones.

De momento, Lawrence  consideraba más ventajoso puentear Maan, importante estación ferroviaria poderosamente guarnecida por unos 6.000 soldados de infantería turcos y un regimiento de caballería en el otoño de 1917. Era un blanco tentador pero estaba demasiado defendida para las  capacidades de irregulares árabes que dirigía junto con Al Askari y el príncipe Faisal.


Después de la conquista de Jerusalem en diciembre de 1917, los rebeldes árabes se habían convertido de alguna manera en el “flanco derecho” del general Allenby.  Asumiendo ese papel,  pusieron su interés en los territorios de la  denominada Transjordania, constituidos por las tierras altas en la franja comprendida entre el Jordán y el desierto. Zayd, el benjamín del jerife Hussayn, se apoderó de Shawbak, y el 15 de enero de 1918 de Tafila ( aunque esta última fue disputada por los turcos hasta el 18 de marzo ).


En febrero de 1918 Lloyd George propuso a Allenby reactivar la campaña  en Palestina, buscando  aprovechar el buen sabor de boca que había producido en la opinión pública la toma de Jerusalem. No obstante el comandante británico, antes de reanudar el avance hacia Galilea y Damasco prefería despejar su flanco derecho capturando Amán, cerrando definitivamente el eje ferroviario  enemigo que conectaba con Maan y Medina.


Por tanto, la EEF ( Egiptian Expedicionary Force ) se puso en marcha hacia el este, ocupando como paso preliminar Jericó el 21 de febrero. Entre el 8-12 de marzo estuvo ocupada en levantar una pantalla defensiva en Wadi Auja con el fin de prevenir interferencias de la artillería turca desde el norte.  Los jefes de la EEF y de los hachemitas elaboraron un complejo plan por intermediación del teniente coronel Alan Dawnay, consistente en hostilizar Maan para facilitar el avance simultaneo de la EEF contra Amán. Lawrence debía atraer a la tribu local de los Bani Sakhr a la causa de los independentistas.


La actuación del ejército de Al Askari sobre Maan fue un fracaso por los inesperados y fuertes aguaceros. Con todo, debido a la lentitud de las comunicaciones tradicionales, basadas en correos a caballo y palomas mensajeras, la parte británica del plan siguió adelante lo mismo. El 21 de marzo los destacamentos del EEF cruzaron el Jordán y empezaron el ascenso a través de los senderos hacía las serranías y mesetas de la margen oriental. Al principio las cosas perecían funcionar: la población de Al-Salt, de población mixta cristiano-musulmana fue ocupada el 25 de marzo de manera incruenta, puesto que el grupo Yildirim, ahora bajo la dirección de Liman von Sanders, prefirió reagruparse sobre Amán, considerada el punto clave, puesto que su pérdida supondría el cerco de los 20.000 soldados turcos acantonados en Medina y Maan.
Los británicos se aproximaron lentamente, buscando dañar primero las infraestructuras de las que dependía el ferrocarril, en este caso un túnel y un viaducto. Pero la marcha del día 27 quedó entorpecida por las lluvias que ya había perjudicado la maniobra contra Maan. El barro resbaladizo imposibilitaba el uso de carretas, y hasta los camellos perdían la estabilidad. Los turcos, al ocupar posiciones estáticas, padecían el problema a menor escala. Von Sanders desplegó 2.000 soldados turcos en las rutas de acceso a la ciudad provistos con 70 ametralladoras y 10 cañones protegidos  en reductos. Las 3.000 tropas de la Commonwealth que marchaban contra ellos vieron su apoyo artillero mermado por las dificultades de movimiento sobre el lodo. Aparte de eso, las patrullas de caballería turca se dedicaban a tareas de hostigamiento a orillas del Jordán.  Por todo ello el 30 de marzo se decidió la retirada hacia Jerusalem, abandonando incluso Al-Salt. La fallida empresa le había costado a los británicos 200 muertos y un millar de heridos.




MAPA.  LA PALESTINA TURCA Y EL FERROCARRIL DAMASCO-MEDINA


Mientras, Faisal y sus hombres insistían sobre Maan. Concibieron un movimiento en tenaza desde el norte y el sur, aprovechando la reducción de la guarnición que parcialmente había sido transferida a Amán. El 12 de abril los árabes rebeldes atacaron la estación de Jarduna. Tras su ocupación Lawrence dinamitó el puente ferroviario del lugar. El mismo día, la estación de Ghadir al Hajj, al sur de Maan, fue asaltada por el grupo al mando de Nuri al Said, que demolió 5 puentes y casi un kilómetro de trazado de ferrocarril. Con ello se interrumpía la conexión con Medina. El 13 de abril tomaron posiciones en las alturas de Simma, inmediatamente al oeste de Maan. El 15 de abril se lanzó el asalto directo, prolongado durante cuatro jornadas seguidas. Los habitantes de la ciudad se mostraron solidarios con los turcos, temerosos de sufrir un saqueo a manos de los rebeldes, en una muestra  del contraste entre la actitud de los árabes sedentarios frente a los nómadas que componían el grueso de las fuerzas sitiadoras. El agotamiento de las municiones de la batería de artillería francesa de cobertura restó potencia al asalto. Finalmente, Al-Askari desistió aceptando un fracaso que le había costado 90 muertos y 200 heridos. No obstante, él y Faisal insistieron en varias arengas a sus hombres que se trataba de un contratiempo temporal.



Los sucesos de la “operación Michael” en el frente Occidental tuvieron su reflejo en la campaña palestina. El 27 de marzo desde Whitehall ordenaron a Allenby que pasara a una “defensa activa” y que preparase el traslado a Francia de 5 divisiones con unos 60.000 hombres, que abandonarían Palestina y Egipto dos meses después. A cambio la EEF recibió contingentes de nuevos reclutas procedentes de la India, a los que era menester adiestrar antes de poner en acción. Este retraso suponía, como mínimo, suspender los movimientos ofensivos hasta el otoño.


Allenby  estaba descontento con el retraso, y planeó una actuación antes del traslado definitivo de sus mejores unidades. Consistía en una repetición del anterior ataque sobre Amán. Esta vez las unidades de caballería Anzac debían asegurar los vados del Jordán y cubrir a la infantería que ascendería por los 3 caminos principales que suben a la meseta de Amán. Debían recuperar Al-Salt y despejar Shunat Nimrin de enemigos. Con la ayuda de la tribu Bani Sakhl debían cortarse los senderos restantes, y más tarde, marchar sobre Amán. El jefe de caballería del EEF, Harry Chauvel, desconfiaba del plan temiendo que los alemanes dedujeran sus movimientos interceptando la radiotelegrafía o por revelaciones indiscretas de los tornadizos beduinos de Bani Sakhl.
No obstante, el 30 de abril condujo a sus jinetes australianos a través del Jordán. Liman von Sanders reaccionó velozmente y aquella misma mañana desplegó una brigada de caballería liberada desde el Caúcaso y varios grupos de infantería alemana, aprovechando un puente de pontones oculto que les permitía operar sobre ambas orillas del río. Esta intervención hizo perder a los británicos todos los caminos a Al-Salt menos uno. Los Bani Sakhr ni se presentaron ante Shunat Nimrin. Tras cuatro días de lucha y temiendo ser cercados. Chauvel solicitó permiso para replegarse, abandonando otra vez Al-Salt. El 4 de mayo todos los supervivientes habían retornado al oeste del Jordán, pero al coste de 214 muertos y 1.300 heridos en la infructuosa expedición.
Los turco-alemanes habían mostrado una elevada capacidad de recuperación, y Allenby entendió que debía refrenar su ímpetu hasta pasado el verano, cuando sus tropas de reemplazo estuviesen debidamente entrenadas.

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